Creo que me voy acostumbrando a ese sabor de en la boca similar a la mezcla de una gran resaca junto con un tarro de all i oli la noche de antes (no he hecho la prueba pero me puedo hacer una idea.... sólo con pensarlo me da asco, no pienso volver a probar el all i oli!!!).
¿Lo mejor? Ese sabor a metal (dicen, a mi me da la sensación que no me he lavado los dientes en semanas). Ayuda a que las angustias aumenten, es guay... Sin duda mis dientes lo están agradeciendo ya que he perdido la cuenta del número de veces que me los lavo.
Si os soy sincera lo llevo genial y doy GRACIAS cada día. Tengo amigas que están pasándolo realmente mal: manchando y en reposo absoluto, con alguna intervención en pleno embarazo, etc.
Así que comparto mis sensaciones con alegría e ironía ya que me encuentro bastante bien.
No quita para que a veces me emocione y me ponga a bailar con mi hijo y a los 5 minutos el corazón me vaya a mil por hora y me falte el oxígeno!
El martes fuimos al ginecólogo y está encantado de mis náuseas por "todo va fenomenal".
8 semanas...
Supongo que estaréis pensado: ¡Qué cabezón! No... hasta donde llega la imaginación de una madre que toda segura de la estupidez que estaba soltando dije en voz alta: ¡¡¡mira cariño la nariz!!!
¿¿¿¿¿¿¿¿???????????
La "bola"que se ve es el cuerpo... la cabeza ni se ve....
Cambiando de tema, el otro día fuimos al parque de San Vicente, en Liria, Valencia. Para aquellas mamis de Valencia, os lo aconsejo. Ideal para montar en bici, pasear y jugar en varios parques, hacer picnic, barbacoas (tiene una zona exclusiva para poder hacer una buena "torrà", etc.
Por último, agradecer a las lectoras que habéis dedicado unos minutos a leerme. No os cortéis en escribir. Cualquier consejo es bueno.
Os dejo una canción que me ha venido a la mente hoy. Dedicada a mi mamá.
Estoy un poco como dice mi hijo "moñis", ya sabéis como va "ésto" de las hormonas.
